Trabajando un solo día al mes es fácil tener resueltos de antemano muchos panes y postres. A la vez que se ahorra tiempo y dinero se evitan también las carreras de última hora.
Los bizcochuelos, las tortas y el frío
Toda la familia de los bizcochuelos se puede congelar muy bien. Los glaseados no se conservan tanto tiempo como el bizcochuelo mismo, por lo tanto es mejor congelar el bizcochuelo solo, para luego decorarlo según la ocasión una vez se haya descongelado.
Los bizcochuelos sin decorar conviene congelarlos envueltos en plástico o papel de aluminio. Se conservan 6 meses y para desongelarlos bastará con sacarlos con 3 o 4 horas de antelación y dejarlos a temperatura ambiente. Los bizcochuelos decorados es mejor congelarlos sin envolver y envolverlos después. Se conservan 2 meses y también se descongelan a temperatura ambiente, mejor desenvueltos.
Masas de repostería
Protección contra el frío
Para descongelar estos pasteles o tartas, se meten directamente en el horno y se añaden varios minutos al tiempo de cocción previsto, comprobando que el centro se haya descongelado y esté caliente antes de servir.
Galletas y pastas de té
Las pastas y galletas en cuya preparación interviene la manteca en una proporcón de 100 gr por cada 450 gr de harina, o en mayor cantidad, pueden congelarse tanto crudas como horneadas y, tanto unas como otras, se conservan en el congelador hasta 6 meses. Lo más práctico es preparar una gran cantidad de masa, dividirla en partes iguales y congelar cada parte por separado. Incluso puede añadirse un sabor distinto a cada una.Se envuelve cada parte en una bolsa de plástico, expulsando todo el aire antes de cerrarla herméticamente. Si la masa se congela en forma de tubo o rollo, se pueden ir cortando rebanadas según vaya haciendo falta, sin necesidad de descongelar toda la masa, volviendo a guardar la parte no utilizada. Si se quieren hornear las galletas antes de congelarlas, una vez frías se ponen en el congelador en una placa y al cabo de una o dos horas se transfieren a una bolsa de plástico.
Las pastas congeladas crudas, pero ya con forma, se meten en el horno directamente, sin descongelarlas, añadiendo unos minutos al tiempo de cocción acostumbrado. La masa en bruto se pone a descongelar a temperatura ambiente hasta que se ponga blanda y se pueda estirar con el rodillo. Las galletas ya horneadas se dejan sin desenvolver a temperatura ambiente unos 15 minutos y luego se hornean unos 5 minutos a 190ºC (medio alto) para que se calienten y se doren.
FUENTE: Directo al paladar
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