Sunday 12 May 2024

DISEÑO PARA CONSERVAR ALIMENTOS FUERA DE LA HELADERA

En el mundo entero se está viviendo una tendencia que pretende recuperar las tradiciones perdidas. El salto generacional que fomentó el acceso a las nuevas tecnologías también promovió un desapego de los saberes tradicionales e hizo que estos cayeran en el olvido. Sin embargo, ahora, de la mano de las diversas crisis que vive el planeta y la consiguiente búsqueda de soluciones más accesibles y económicas, surge un importante movimiento que quiere recuperar la cultura y los conocimientos perdidos. Al igual que desde hace años existe un auténtico furor por recuperar las tradiciones textiles y ciertas técnicas artesanales tales como el crochet y el patchwork, cabe pensar que, a medida que avanza la crisis del sistema, en otros sectores también aparecerá este interés por la recuperación de los conocimientos tradicionales.

La diseñadora coreana Jihyun Ryou se planteó el reto de superar nuestros excesos energéticos y de recuperar las antiguas formas de conservar los alimentos adaptándolas al diseño contemporáneo. Mediante su proyecto Save Food from the Fridge, Jihyun Ryou quiso recuperar los conocimientos de ancianos, agricultores y cualquier interesado en la materia para evitar meter todos los alimentos en la heladera y para lograr conservarlos de otras formas. Con la información disponible, la diseñadora creó unos diseños que, según afirma, acabarán introduciéndose en la sociedad y transformando nuestros hábitos de consumo: “Si observáramos los alimentos y modificáramos nuestra noción de la conservación de los mismos podríamos encontrar la respuesta a las actuales realidades del abuso de las energías y el derroche alimentario. Mi diseño pretende ser una herramienta para implementar estos conocimientos de forma tangible y para modificar la sociedad en general. Creo que, una vez se entrega a las personas una herramienta que haga funcionar sus mentes y requiera un esfuerzo para utilizarla, pueden crearse nuevas tradiciones y rituales que acabarán introduciéndose en nuestra cultura”.

Recipiente de vidrio para comprobar el estado de los huevos. Si se hunden están en buenas condiciones.

Fue hablando con su abuela, que se dedicaba al cultivo de manzanas, cuando Jihyun Ryou descubrió que ciertas hortalizas tales como los pimientos, los zapallitos, las berenjenas y los tomates requieren temperaturas más elevadas que las que ofrece la heladera, por lo que una vez se introducen en ella se estropean más rápidamente. Una forma sencilla de hacer que se mantengan frescos más tiempo es rociarlos con un poco de agua cada día, o colocarlos sobre un recipiente con un poco de agua en el fondo. Otros métodos de conservación recuperados por la diseñadora son la introducción de las raíces en arena ligeramente húmeda o la conservación de frutas que producen etileno con papas para prevenir que estas se reproduzcan. Los diseños de la artista pretenden revaluar y volver a introducir los conocimientos de los alimentos transmitidos por tradición oral. Según ella, esta forma de conservación, mucho más cercana a la naturaleza, nos ayuda a buscar la conexión entre los distintos seres vivos: nosotros, los seres humanos, y los alimentos que consumimos.

Una repisa con una bandeja con agua en la parte inferior, que aporta humedad a las verduras.

“Como en otros muchos campos, en la actualidad hemos cedido la responsabilidad de cuidar de nuestros alimentos a la tecnología, en este caso a la heladera”, afirma Jihyun Ryou. “Hemos dejado de observar los alimentos y hemos olvidado cómo tratarlos”.

Las papas en el cajón inferior, las manzanas en la parte superior, en los orificios que sirven de ventilación.

La diseñadora ha escrito un libro en el que recoge la información recabada durante el proyecto. Sus diseños aún se encuentran en la fase de prototipo, pero seguro que sirven de inspiración a más de uno para empezar a utilizar menos la heladera.

FUENTE: Ladyverd.com

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