Es originario del sur de Europa. Es una hierba bianual, perteneciente a la familia de las umbelíferas, que se utiliza mucho en la cocina occidental y en la de Medio Oriente. Es una planta perenne que puede llegar hasta 1 metro de altura.
Ya era conocido en la antigüedad y hasta Homero hizo referencia a él en La Ilíada: «Pero los caballos cada uno junto a sus carros, comiendo loto y perejil, que se cría en los pantanos, estaban en pie.» Fue recién en el siglo XVII que se lo incluyó en las recetas francesas, dándole mayor jerarquía.
La variedad de perejil de hojas lisas, de un sabor más fuerte, es la más utilizada para cocinar, mientras que la crespa, de un aroma más intenso, se usa en decoración o guarniciones para otorgarles un marcado color verde.
Tiene un aroma fresco y levemente picante. Su sabor es penetrante pero, a su vez, realza otros sabores. Forma parte del ramito de hierbas de la cocina francesa, fines herbes, y del Bouquet garni. Es uno de los integrantes del matrimonios más conocido en la cocina: el ajo y el perejil (Persillade).
Es común ver platos terminados con perejil fresco picado por encima. También se lo puede freír para adornar platos terminados. Es especial para preparar aderezos, salsas y para servir con manteca (Maître d‘Hôtel).
También se lo emplea seco. Se pueden congelar las hojas enteras, al apretar la bolsa entre las manos las hojas congeladas se partirán y quedarán como si se las hubiera guardado picadas.
Tiene un valor nutricional muy importante, ya que es rico en vitamina C, hierro, potasio y calcio, entre otros.
¡Pensar que antes en las verdulerías lo regalaban!
IMAGEN: © MISANPLAS
- 16/04/2013 No comments Posted in: DOSSIER Tags: condimento, featured', hierbas aromáticas