RESTAURANTES EXCÉNTRICOS

Hoy en día existe una gran variedad de restaurantes con diversas modalidades de servicio, experiencias culinarias y tipos de cocina. Hasta hay restaurantes en los cuales el comensal no puede elegir la comida, sino que debe comer lo que el chef tenía ese día ganas de cocinar. Pero la búsqueda de ofrecer algo nuevo y diferente ha llegado al colmo de lo exótico y extravagante. Lo que habría que saber es si los clientes van a comer a esos lugares en busca de una buena comida o en búsqueda de la excentricidad.

Bajo el agua

En la República de las Maldivas, un país insular situado en el Océano Indico, se encuentra Ithaa, el primer restaurante submarino del mundo. Está a cuatro metros y medio bajo la superficie, en un arrecife de coral. La estructura, de cristal, permite que los clientes tengan una visión de 180 grados del mundo marino. Con una capacidad para 14 comensales, forma parte del hotel Conrad Rangali Island, dos veces elegido como el mejor hotel del mundo. Si cuando esté ahí le da no se qué comerse a Nemo, no se preocupe, hay ciervo y carne vacuna en el menú.

Bajo el hielo

Si va a Finlandia puede hospedarse en el hotel LumiLinna en Kemi, en el golfo de Bothnia. Es el castillo de nieve más grande del mundo y allí puede comer bajo el hielo en el restaurante Snowrestaurant, con una temperatura de 5 grados bajo cero. Tiene capacidad para 150 personas y en la carta figuran platos como Suprema de pollo con arroz, cebolla y morrones con salsa de queso o Sopa crema de reno ahumado. Agéndese que el hotel permanecerá cerrado hasta enero del 2013, porque todos los inviernos lo tienen que reconstruir y lo hacen con un diseño arquitectónico diferente.

Comer en el cielo

Si no sufre de vértigo puede comer en alguno de los restaurantes de Dinner in the sky, a 50 metros de altura. La plataforma, suspendida por una inmensa grúa, mide 9 metros de largo y 5 de ancho, tiene capacidad para 22 comensales sentados con cinturón de seguridad y 5 personas de servicio paradas en el centro. El primero de los restaurantes en las alturas se ideó en Bélgica y actualmente se ha convertido en una cadena presente en 35 países. En el 2010, la bodega Chandon lo trajo a Buenos Aires para publicitar uno de sus vinos, pero por lo visto la idea no prendió entre los porteños. ¿Será porque se calcula 1000 euros el cubierto?

Comer arriba de un árbol

La Yellow Treehouse (La casa del árbol amarilla) es una joyita arquitectónica donde, además, se come. Fue construida a 10 metros de altura alrededor de una secuoya -el árbol más alto del mundo- de 1.7 metros de diámetro, en la ciudad de Auckland en Nueva Zelanda. Con el diseño de casa árbol, o de capullo, se buscó evocar los sueños de la niñez. Con capacidad para 18 personas sentadas, tiene una carta bastante variada, incluidas varias carnes grilladas y chorizo en salsa de ciruela.

Comer sin monedas en los bolsillos

Para poder comer en la Fortezza Medicea, en Volterra, en medio de la Toscana italiana, hay que dejar afuera el celular, la billetera y hasta el cinturón. Recién después de pasar por un detector de metales podrá comer a la luz de las velas atendido por ladrones y asesinos. Sí, leyó bien, es que el restaurante está dentro de una prisión de máxima seguridad y forma parte de un experimento de reinserción laboral implementado en el año 2007. Una aclaración, los cubiertos son de plástico, el sommelier lleva 24 años entre rejas, el chef está cumpliendo cadena perpetua y el pianista está preso por asesinato. ¿Se animaría a quejarse porque su carne no está a punto o tardaron en servirle el plato?

Por las dudas, si está planeando un viaje ponga en la valija una escafandra, un buen par de medias de lana, un pañal para adultos… ¡y no se olvide la tarjeta de crédito!

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