Saturday 27 July 2024

GUÍA PARA ACERTAR CON LA PROPINA

Llega la hora de pagar la cuenta en el restaurante y las preguntas se suceden en nuestra cabeza a velocidad de vértigo. ¿Dejo o no dejo propina? ¿Y si dejo, cuánta dejo? ¿Cómo la dejo? ¿Se la doy al camarero o basta con que quede en la mesa? La historia se complica más todavía si viajamos al extranjero.

Por mucho que la RAE defina la propina como un «agasajo que sobre el precio y como muestra de satisfacción se da por algún servicio», lo cierto es que muchas veces ésta deja de ser voluntaria y se convierte en una obligación, moral o incluso legal. Aunque en otras ocasiones ocurre justo lo contrario, dejarla es signo de mala educación y excederse tampoco está bien visto.

En Condé Nast Traveler han clasificado los países según la importancia que le den a este peliagudo asunto. De los sitios a los que la rechazan a los lugares donde es casi una obligación.

ALTAMENTE DESACONSEJABLE: NO ESTÁ BIEN VISTA

– Japón. Ni se te ocurra dejarla, el camarero puede tomarlo como un insulto y sentirse ofendido. Esto no significa que no vayas a tener un servicio impecable. Así que si quieres agradecerlo bastará con que digas «gochisōsama deshita» (gracias por la comida) al pagar la cuenta.

– China. Si no quieres que te persigan por la calle para devolverte el dinero, mejor que no dejes propina. Es algo inusual y en cierto modo ofensivo, ya que puede interpretarse como una forma de infravalorar el trabajo del camarero. Aún así la costumbre ha empezado a arraigar en las zonas más occidentales y en Hong Kong y Macao se considera signo de etiqueta.

– Paraguay. El libro Tips on tipping (a global guide to gratuity etiquette) advierte que no la dejemos. En este país tiene una connotación negativa y a veces puede llegar a considerarse un soborno.

– Singapur. Ante la duda es mejor no dejarla. Tradicionalmente ha estado prohibida por ley y mal vista, aunque lo cierto es que el turismo está introduciendo la costumbre en algunos restaurantes del país. Lo mejor en cualquier caso es no arriesgarse.

INNCESARIA: NO LA ESPERAN NI LA NECESITAN

– Grecia. Es un caso raro en Europa porque los griegos incluyen la propina (un 15 por ciento) en la cuenta por ley. Si quedas muy satisfecho, puedes incrementarla entre un 5 y un 10%. Basta con dejarla encima de la mesa.

– Australia y Nueva Zelanda. Es algo totalmente opcional ya que ambos países los sueldos en este país son elevados. Si a pesar de ello quieres dejarla, toma nota: en Australia es del 10% de la cuenta, mientras que en Nueva Zelanda debe estar entre el 5 y 10 por ciento.

– Islandia, Dinamarca y Finlandia. La propina está incluida en la cuenta y ningún camarero la espera aunque tampoco se ofende si se la dan. Debería ser de entre el 5-10% de la cuenta.

– Noruega. Las propinas nunca son esperadas y es algo mucho más voluntario y discrecional que en otros países de la UE. Suele dejarse un 10%.

– Indonesia. El pago extra está incluido en la cuenta, lo que convierte cualquier gratificación en algo innecesario. Si te sientes generoso, debe ser de entre el 5-10%.

RECOMENDABLE: no hay obligación, pero ellos la esperan

– Alemania. Lo importante aquí no es el cuánto (entre el 5 y 10 por ciento del precio total) sino el cómo. No se puede dejar encima de la mesa, hay que dársela al camarero. El truco es pagar con un bilete más grande del precio total y decirle «Stimmt so» ( ‘guarda el cambio’). Si lo haces con tarjeta deberás anunciar cuánto quieres pagar: «Ich bitte möchte zahlen» (‘Por favor, quiero que pagar…’).

– Holanda, Italia y Portugal. En estos países sucede como en España: no es obligatoria ni hay una fórmula para calcular la cifra. Se tiende al redondeo y basta con dejar unas monedas encima de la mesa. En el caso de Holanda, la cuenta incluye un cobro adicional del 15 por ciento en concepto de servicio.

– Hungría. ¡Cuidado! Aquí la propina nunca debe dejarse encima de la mesa, hay que dársela al camarero. Antes hay que comprobar que la cuenta no incluya un ‘precio del servicio’. Si no es así, que sea entre el 10 y 15% del total.

– Francia. Aunque suele estar incluida, siempre se completa con un 10 por ciento. En casos de que no se cobre este servicio se eleva al 15 por ciento. Lo normal es dejarla en la mesa, pero si el restaurante está muy lleno compensa hacerlo en mano y decirle al camarero: “c’est bon”.

– Rusia y Ucrania. Prohibidas durante el régimen comunista, la creación de la CEI (Comunidad de Estados Independientes) las ha popularizado en sus 11 estados miembros. Debe ser de entre un 5 y un 10 por ciento del total de la factura.

– Rumania. Bastará con que dejar un 10 por ciento.

– Austria, Polonia y Suecia. La cuenta ya incluye un pago extra en concepto de propina aunque los camareros están acostumbrados a recibir un 10 por ciento más por sus servicios.

– Turquía. Es una institución. En los restaurantes normales basta que sea del 10-15 por ciento de la cuenta y si es de lujo, mejor aplicar el 20 por ciento. Recomendable darla en la mano si no queremos que se la quede el dueño del local.

– Tailandia y Filipinas. Los autóctonos no tienen por qué pagarla, pero si eres turista (como sería tu caso) esperan que lo hagas. Lo mejor es que sea del 10 por ciento.

– Egipto, Marruecos, Sudáfrica y Túnez. Son los únicos países de África donde la propina es costumbre, según recoge Michael Starbuck en su libro A Comparative Study of Tipping Practices and Attitudes. No hay una norma fija aunque un 10-15 por ciento asegura no fallar.

– Brasil. La cuenta ya incluye un pago del 10 por ciento en concepto de ‘serviço’ aunque los camareros se han acostumbrado a recibir un 10% extra. Ocurre especialmente en las zonas turísticas.

– Argentina, Chile y Uruguay. Se espera que se deje apróximadamente un 10% extra. En el caso de Uruguay, no darla es sinónimo de ser tacaño y desagradable.

NECESARIA: AHÓRRATE UNA MALA CARA

– Reino Unido. Antes de ponerte a hacer cálculos revisa bien la cuenta, porque en Reino Unido suelen cargar la propina bajo el epígrafe ‘service included’. No es obligatoria, así que si no la quieres pagar puedes decir que te la anulen a riesgo de ganarte una mala cara. Si crees que se merecen más (10-15 por ciento) basta con decirlo. Si pagas con tarjeta especifícalo bien: si no, será el camarero el que pondrá lo que quiera.

– México. A pesar de que no es una ley u obligación, es de muy mal gusto no dejarla. Solo se entiende si el servicio haya cometido una falta grave que deberías comunicar al gerente. Suele ser de entre el 10 y 15 por ciento y sirve para completar los sueldos bastante bajos. Si no quieres dejarla puedes estar tranquilo: la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) te respalda.

– Cuba. Si no sueles dar propina, en Cuba vas a tener que cambiar la costumbre. En esta isla ha pasado de estar prohibida a ser una especie de norma. En los restaurante es del 10 por ciento.

PSEUDOOBLIGORIA: NECESARIA PARA COMPLETAR SUELDOS

– Estados Unidos. Aquí no hay duda. Más que costumbre es una norma porque la propina respresenta una buena parte del sueldo de los camareros y eso se nota en el trato que recibe el cliente. Hay restaurantes (California y Florida) que ya la incluyen en la cuenta y en otros sugieren cuánto dejar. De no ser así, lo normal es que sea entre un 15 por ciento y hasta 20 por ciento del valor de la cuenta. Si no la dejas, te arriesgas a que te persigan por la calle.

– Canadá. Sucede como en Estados Unidos: el sueldo de los camareros depende en parte de estas gratificaciones que deben ser de entre el 10 y 15 por ciento. Es recomendable darla en efectivo.

– India. No es obligatoria pero es esperada por ser una parte importante de los ingresos de los camareros. Puedes darla en mano o dejarla en la mesa, lo aconsejable es que sea del 10 por ciento del precio total de la cuenta.

– República Checa. Existe la obligación moral de dejarla (5-15 por ciento) ya que completa el sueldo del camarero, aunque antes de hacerlo revisa bien la cuenta porque a veces está incluida. En los locales pequeños dásela al camarero para evitar que nadie se la lleve.

FUENTE: Traveler

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