ALIMENTOS ECOLÓGICOS

Los alimentos ecológicos disminuyen la exposición a pesticidas y fertilizantes pero no tienen un valor nutritivo mayor que los producidos con técnicas convencionales, según un artículo publicado en la revista Annals of Internal Medicine.

El consumo de los alimentos “orgánicos” ha crecido enormemente en países como EE.UU., donde las ventas treparon de unos 3.600 millones de dólares en 1997 a más de 28.600 millones de dólares en el año 2011. Ese incremento hace que el mercado de alimentos ecológicos represente ya el 12 % de todas las ventas de frutas y verduras, y casi el 6 % de los productos lácteos y huevos.

Uno de los problemas que tiene la determinación del valor nutritivo y los aspectos sanitarios es la definición misma de “alimento orgánico”, pero en general se entiende que son aquellos producidos sin el uso de fertilizantes y pesticidas químicos, o en el caso de productos animales, sin el empleo de hormonas y antibióticos.

Las regulaciones sobre “alimentos orgánicos” requieren, además, que los productos se procesen sin irradiación o aditivos químicos y no se obtengan de organismos modificados genéticamente.

En general, los consumidores pagan casi el doble por los alimentos ecológicos en comparación con los precios que tienen en los mercados las verduras, frutas, carnes, huevos y productos lácteos producidos de forma convencional.

A pesar de su precio más elevado, este tipo de artículos son cada vez más exitosos y ya hay cadenas de supermercados que se dedican, casi exclusivamente, a la venta de “productos orgánicos” que no se limitan a los alimentos e incluyen jabones, detergentes, comidas para perros y gatos, incienso, textiles y artículos decorativos.

Un estudio hecho en 2010 por el Instituto Nielsen encontró que, en Estados Unidos, el 76 % de los compradores de alimentos ecológicos los adquiría creyendo que son más saludables, el 53 % porque evitan los pesticidas y fertilizantes, el 51 % porque creen que son más nutritivos, y el 40 % porque opina que la agricultura ecológica beneficia al medioambiente.

Ante estas cifras, un equipo de doce investigadores encabezado por Crystal Smith Spangler, de la Universidad de Stanford, revisó 17 estudios hechos en humanos y 223 estudios sobre los niveles nutritivos y de contaminación de los alimentos orgánicos, llevados a cabo entre 1966 y 2011.

“Hay quienes creen que la comida orgánica es siempre más saludable y más nutritiva”, señaló Smith. “A mis colegas y a mí nos sorprendió encontrar que eso no es así”.

Los científicos concluyeron que no hay diferencias significativas en el contenido vitamínico de las frutas y verduras orgánicas y las convencionales. Se encontraron residuos detectables de pesticidas en el 7 % de los productos orgánicos y en el 38 % de los productos convencionales. Pero sólo tres de los estudios hallaron residuos de pesticidas que excedían los límites impuestos para los productos tanto orgánicos como convencionales.

Finalmente, los investigadores determinaron que los riesgos de contaminación bacterial eran prácticamente similares para los alimentos ecológicos y para los producidos por métodos convencionales.

FUENTE: El Litoral

IMAGEN: ©MISANPLAS

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