Cuando era chica, allá a lo lejos, el pollo era un lujo. Era para el almuerzo del domingo, acompañando a los infaltables ravioles, o para ocasiones especiales. Actualmente el pollo es una opción de carne accesible por su precio y, a la vez, rendidora.
No hay una única manera de cortar un pollo. Algunos cocineros empiezan por un lado, otros por otro. Lo que sí es importante es saber hacerlo, para aprovechar todas las partes. Comprar el pollo entero es más económico que comprarlo en presas y se puede emplear la carne que sobra (si es que sobra, claro) en otra preparación. Es que los restos de pollo cocido pueden utilizarse en risottos, budines, empanadas, canelones, salsas, tartas, pasteles etc.
Un pollo, o cualquier ave de cierto tamaño, puede cortarse en cuatro, seis u ocho trozos. Lo bueno de cortarlo en ocho es que se reparte de manera más «equitativa» la carne blanca (pechuga) y la negra (pata, muslo). Es importante tener un cuchillo afilado y una tijera de cocina (o las que se usan especialmente para cortar aves).
1- Acomodar el pollo con la pechuga para arriba.
2- Cortar por la articulación del muslo para separar pata-muslo del resto.
3- Dar vuelta el pollo y levantar la pata-muslo puede ayudar a encontrar la articulación. Repetir la operación del otro lado.
4- Cortar las pata-muslo por la articulación (rodilla). Del lado interno hay una línea de grasa blanca que marca el lugar.
5- Cortar la pechuga por la mitad. Si no se tiene práctica es mejor hacerlo con tijera que con cuchillo.
6- Abrir el pollo hacia los lados y cortar el espinazo o columna vertebral. Guardarlo para preparar caldo.
7- Cortar las pechugas, junto con las alas, en dos partes iguales.
8- De este modo queda el pollo cortado en 8 presas. De izquierda a derecha: alas con pechuga, pechugas, muslos y patas.
Recetas: Pollo alla cacciatora, Budín de pollo y acelga
IMÁGENES: © MISANPLAS
- 22/05/2012 2 Comments Posted in: TÉCNICAS Tags: pollo, técnicas