Friday 19 April 2024

PARA COMER EN EL MEJOR RESTAURANTE HAY QUE ESPERAR AL 2014

El espacio de los hermanos Roca abrió el 1 de junio las reservas para mayo de 2014. Nace así un nuevo sistema para optar a visitar a once meses vista el mejor restaurante del mundo. El próximo 1 de julio, llegará el momento de aspirar a sentarse en esta casa de Girona en junio del próximo año. Y así sucesivamente. ¿Objetivo? Evitar un modelo ingestionable que desembocaría en un restaurante lleno, al menos, por dos años.

Es la mesa más deseada de España y… del mundo. Hasta el pasado 29 de abril, este espacio ‘vivía’ acostumbrado a las listas de espera. Para conseguir una reserva para cenar en fin de semana en El Celler de Can Roca, era necesario llamar con un antelación de entre 10 y 12 meses. Ese día, el espacio de los hermanos Joan, Josep y Jordi Roca (Girona, 1964, 1966 y 1978, respectivamente) fue proclamado mejor restaurante del mundo, según la lista 50 Best Restaurants in the World.

¿Consecuencia? Entre otras muchas (todas positivas), el teléfono empezó a sonar el martes 30 de abril desde primera hora de la mañana en este establecimiento abierto en Girona en 1986. Y, prácticamente, ahora mismo sigue sonando. Así, las mesas que quedaban se fueron llenando con este balance a principios de mayo: de martes a jueves, el local estaba lleno hasta diciembre; y, en viernes y sábado, tenía colgado el cartel de ‘completo’ hasta abril de 2014 incluido.

Ante la avalancha de peticiones, los hermanos Roca decidieron cerrar las reservas y volver a abrirlas el 1 de junio para implantar un sistema de reserva previa a once meses vista. Bajo este modelo, el día 1 de cada mes será posible reservar para dentro de exactamente once meses y sólo para los 30 días de ese mes. Es decir, el sábado 1 junio se abrieron las reservas para mayo de 2014 (sólo para ese mes). El 1 de julio será el momento de optar a las mesas de junio del próximo año. Y así sucesivamente.

RAZONES PARA EL NUEVO MODELO

“Llevábamos tiempo pensando en buscar un sistema de reservas más gestionable. Ahora, con más motivo”, explica Josep ‘Pitu’ Roca a Gastroeconomy. ¿Razones? “No podemos tener bloqueadas las reservas durante dos años [o más], porque eso nos limitaría para planificarnos o, incluso, para poder estar o no en el restaurante. No podemos saber con tanta antelación muchas cosas que pueden pasar”. Por ejemplo, cuando El Celler de Can Roca implantó los martes de formación, un día a la semana dedicado al ‘training’ de los jóvenes profesionales y ‘stagiers’ (personal en prácticas) de su equipo, “tuvimos que retrasar estas jornadas de formación un año porque ya teníamos completas las reservas durante casi doce meses”, comenta ‘Pitu’ Roca, al frente de la bodega y la sala, mientras su hermano Joan se encarga de la cocina y Jordi firma las creaciones dulces, en un triángulo gastronómico perfecto.

¿Conclusión? El 1 de cada mes se convierten en el día D para intentar visitar El Celler de Can Roca. Se prevé, por lo tanto, una enloquecida jornada de llamadas e emails con peticiones de reserva. “Es posible, pero este mes ya ha sido una locura; el teléfono no para de sonar y tenemos miles de emails de clientes, de agradecimiento o de peticiones de reserva, aún sin contestar. Es de locos, pero sólo podemos estar agradecidos”, asegura ‘Pitu’ Roca.

Si visita El Celler de Can Roca, donde no existe carta desde mediados de 2011, podrá elegir entre dos menús: Degustación, por 135 euros; y Festival, por 165 euros (precios con IVA y sin bebidas). “Para nosotros, el reto es no defraudar las expectativas de nuestros clientes”, señala ‘Pitu’ Roca. “Lo estamos viviendo muy intensamente y seguro nos damos cuenta al cien por cien de todo lo que está pasando cuando pase algo de tiempo. Mientras, sólo podemos estar muy agradecidos y más aún porque nuestros padres [dueños de Can Roca, un bar-restaurante de cocina catalana tradicional, ubicado enfrente de El Celler] están pudiendo vivir esto y lo están disfrutando”, añade.

FUENTE: Gastroeconomy

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