CÓMO MANIPULAR SOBRAS DE ALIMENTOS

Las sobras de alimentos, habituales durante las fiestas de Navidad, pueden convertirse en un riesgo si no se manipulan y conservan de forma adecuada.

Durante estas fechas navideñas son habituales las comidas familiares y las cenas con amigos. Por lo general, se acumula una importante cantidad de sobras de alimentos que, si no se manipulan y almacenan bajo condiciones de higiene adecuadas, pueden convertirse en un riesgo para la salud. El consumidor puede reducir estos riesgos si aplica una regla fundamental: el control de la temperatura.

Sacar provecho y rendimiento de los restos de comida es una buena manera de reducir la cantidad de alimentos que se desechan. En ocasiones, se tira comida sin ser conscientes de que algunas sobras pueden reutilizarse. En la medida de lo posible, los alimentos deberán consumirse el mismo día en que se preparan, pero si no es así y quedan sobras, pueden aprovecharse siempre que se sigan unas adecuadas medidas de higiene y conservación para evitar posibles intoxicaciones alimentarias. Una de las claves es mantener los alimentos fuera de la zona de peligro, es decir, a temperaturas entre 5ºC y 65ºC, cuando las bacterias crecen de forma más rápida. Deben desecharse los alimentos que han quedado a temperatura ambiente durante más de dos horas.

Refrigeración y almacenamiento de sobras

Uno de los alimentos fáciles de reutilizar es la carne. Los restos de pollo asado pueden emplearse para frituras o guisos y la carne picada, para elaborar un pastel de carne. Como regla general, tras cocinarse, las carnes pueden almacenarse en la heladera un máximo de tres días. Los restos de verdura pueden utilizarse también para hacer un salteado o un guiso. Si se guardan verduras frescas que están a punto de llegar a la fecha de caducidad, pueden añadirse a una sopa.

En todos los casos, las sobras deben almacenarse en envases herméticos en la heladera durante un máximo de tres o cuatro días. Es preferible hacerlo en recipientes poco profundos para que se enfríen de forma más rápida. Los alimentos que aún estén calientes, deben dejarse enfriar a temperatura ambiente y guardar en la heladera después. Es recomendable anotar la fecha en el envase para ayudar a identificar los alimentos y garantizar que no se almacenan durante mucho tiempo. Con solo mirar u oler, no se puede saber si las bacterias patógenas han comenzado a crecer en las sobras.

Cómo recalentar las sobras

  • Los restos sólidos deben calentarse a más de 70ºC si se hace en el fuego. En el horno, la temperatura no debe ser inferior a 160ºC.
  • Si se utiliza el microondas, debe tenerse especial cuidado en remover los alimentos a mitad de la cocción para eliminar posibles zonas frías, donde las bacterias patógenas podrían sobrevivir. También debe tenerse en cuenta que en preparaciones en las que hay varios ingredientes, algunos se calientan más que otros.
  • Debe tenerse especial cuidado con las sobras gruesas, que necesitan más tiempo para que el calor llegue al interior.
  • La calidad del alimento disminuye cada vez que se recalienta, por lo que es mejor recalentar solo la cantidad necesaria. Las sobras, si no se van a consumir en los próximos cuatro días, es mejor congelarlas.
  • Las salsas, sopas o caldos deben llevarse a un punto de ebullición.
  • Es recomendable cubrir las sobras para recalentarlas porque así se retiene la humedad y se asegura un calentamiento uniforme.
  • Las sobras que se hayan congelado no deben descongelarse a temperatura ambiente.

FUENTE: Eroski Consumer

IMAGEN: ©MISANPLAS

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