RESTAURANTES A PUERTAS CERRADAS

La posibilidad de compartir la mesa de un chef, ver cómo cocina lo que será nuestra cena y disfrutar de la conversación con extraños es la innovadora propuesta que cada vez se afianza más en Buenos Aires.

Siguiendo el concepto que ya viene desarrollándose en ciudades como Nueva York, Los Angeles, París y Madrid, el modelo de restaurantes a puertas cerradas está en crecimiento en tierras porteñas con mucha fuerza. Parte del encanto de este tipo de iniciativa es que se destaca la inusual experiencia que vivirá el comensal que al llegar a la casa será recibido por el propio chef y dueño de casa.

«En mi casa tengo una mesa con 10 lugares. El que elige venir a comer lo que preparé tiene la oportunidad de compartir una cena con otros desconocidos que traen sus historias. Creo que la conversación que surge de este tipo de encuentro es lo que más atrae. Conocés la vida de personas que vienen de otras partes del mundo. Algunas no hablan castellano lo que te permite vivir una velada completamente distinta que la que encontrás en un restaurante convencional», explicó a La Prensa Dan Perlman, el chef de ‘Casa Saltshaker’, que trabajó por 11 años en Nueva York con este tipo de iniciativa y desde hace siete años marca tendencia en Buenos Aires.

Compartiendo esta visión se encuentra Alejandro, dueño y chef de ‘La Cocina Discreta’ que desde hace 5 años se sumó a la propuesta de recibir en su hogar a personas que buscaran alejarse del circuito gastronómico convencional. «Nosotros trabajamos con una capacidad de un máximo de 16 personas, lo que convierte a la propuesta en algo bastante exclusivo. La gente que toca el timbre y entra lo primero que hace es conocerme a mí y se va formando un vínculo. Durante la velada yo entro en la sala y hablo con los comensales sobre gastronomía, sobre viajes y es interesante lo que ellos me transmiten. Puede que la gente al principio se sienta rara porque es algo nuevo pero muy rápidamente se encuentran a gusto y de comensales se transforman en invitados», explicó Alejandro, que incorpora a sus cenas arte y música especialmente seleccionados para la ocasión y que refuerzan lo exclusivo de la propuesta.

RITUAL

Detrás de la innovadora iniciativa de recibir a la gente en la propia casa, se encuentra la visión del chef en el armado de un menú que llevará al recién llegado en un camino de degustaciones preparada con minucioso detalle para la ocasión.

«Cada semana armo un menú de comida mediterránea para degustar en varios pasos. De esta forma se puede disfrutar desde la entrada hasta el postre, de los ingredientes que seleccioné especialmente para esa ocasión’’, explicó Perlman.

«Manejamos un menú que vamos cambiando por estación y que cuenta con varios pasos como la entrada, el plato principal y el postre. La propuesta permite que la gente pueda volver y encontrar algo diferente. Siempre nos adaptamos a la gente en el caso de que haya un celíaco o un vegetariano. La idea es siempre sorprender y también a nosotros mismos, como cuando recibimos la opinión de quienes degustan nuestra comida’’, enfatizó el chef de ‘La cocina discreta’.

Los comensales de este tipo de propuestas arriban a las casas de los chefs buscando la originalidad del menú pero, también, la posibilidad de saborear la cocina casera.

Juanita Posternak, creadora del restaurante de comida judía ‘Mis Raíces’, afirma que prefiere brindar ‘‘algo único que sólo se degusta aquí en mi casa. Los que vienen son gente que busca revivir los sabores familiares. El menú que armo es tradicional’’.

«Nosotros lo que hacemos es una mezcla de cocina hogareña pero con un muy buen nivel gastronómico. Vienen extranjeros y argentinos de todas las edades. En nuestra cocina tenemos una mesa para los que vienen solos. Eso me permite hablar con los comensales mientras cocino y es interesante descubrir que podés tener algo en
común con gente que acabas de conocer’’, reflexionó por su parte Alejandro al ser consultado sobre las ventajas
de recibir a extraños en su casa.

Luego agregó que ‘‘para un extranjero es única la posibilidad de entrar a la casa de un argentino. Nos pareció interesante que al principio creíamos que iba a ser una propuesta más atractiva para extranjeros y notamos que no, que el argentino estaba buscando algo así, más personalizado y que no los convirtiera en un número más en un restaurante’’.

DIFUSION

La posibilidad de comer en casas particulares en un ambiente tranquilo, disfrutando de la conversación junto a extraños, es para un grupo limitado de comensales. Y no por la cantidad de cubiertos que se disponga sino porque su exclusividad está dada en que, originalmente, sólo se los conocía a través de la recomendación de otros comensales.

«La gente se entera por el boca a boca. Es la recomendación lo que te permite difundir tu propuesta’’, destacó Dan Perlman.

«Tuvimos una pareja que se comprometió en nuestra casa. Un año después llamó el hermano que quería organizar también su compromiso acá a partir de la recomendación de su hermano. Para nosotros fue muy emocionante que nuestra casa se hubiera convertido en un lugar especial en la vida de esas personas», destacó Alejandro.

FUENTE: La Prensa

IMAGEN: Casa Saltshaker

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