CÓMO CONGELAR FRUTA FRESCA

El mejor momento para congelar la fruta es cuando está en su momento óptimo de consumo. En general, todas las frutas con congelables, aunque en el momento de llevarlo a la práctica nos damos cuenta que cuando están crudas no siempre obtenemos buenos resultados y que el resultado puede ser muy decepcionante. Por eso vamos a dar unas pautas para saber cómo congelar la fruta fresca.

Por este motivo es recomendable someter a algún tipo de cocción a muchas de ellas, para evitar la oxidación, como es el caso de los membrillos o las manzanas. Otras deben ser reducidas a puré como las bananas, para evitar que se pongan negras.

Las frutas que mejor aguantan la congelación son frutas de pequeño tamaño: frutillas, arándanos, moras, frambuesas. Los cítricos también se congelan bien cuando los hemos pelado y separado en gajos. Para congelar damascos, ciruelas o duraznos se deben recubrir de azúcar o se deben meter en un recipiente rígido y cubiertos con almíbar y unas gotas de limón.

¿CUÁNTO TIEMPO SE CONSERVAN?

Como cualquier producto crudo que se desee congelar, interesa que las frutas estén no sólo en condiciones óptimas de madurez sino que, además, sean de buena calidad y libres de magulladuras.

Las frutas crudas pueden conservarse en el congelador hasta 11 meses. Congeladas en compota resulta conveniente mantenerlas no más de 6 meses.

Al igual que cualquier producto que se congele se etiquetan correctamente y de forma clara en cada uno de los recipientes o bolsas que se vaya a congelar. Haciendo constar el nombre de la fruta y la fecha de envasado.

CUIDADOS DURANTE LA DESCONGELACIÓN

Debe ser tan esmerada como la congelación. Las frutas crudas no se descongelan bien dentro del microondas, por lo que si se quieren recuperar como recién cogidas de la planta es imprescindible que se le de un tiempo prolongado de descongelación, dentro de la heladera.

CÓMO CONGELAR LAS FRUTAS MÁS CONOCIDAS 

  • Banana: reducidos a puré y rociados con unas gotas de jugo de limón. Conservación de 8 meses.
  • Cerezas: con azúcar, deshuesadas. También pueden congelarse enteras. Conservación de 8 a 10 meses.
  • Ciruelas: congelar en azúcar, en almíbar o en compota. Conservación 8 meses y 6 en compota.
  • Damasco: congelar con almíbar, partido en dos y deshuesado. Se conservan de 8 a 10 meses.
  • Duraznos: congelar en azúcar o almíbar. Deshuesado y partido en dos. Conservación durante 8 meses.
  • Frutillas: en puré con 100 gramos de azúcar por kilo y unas gotas de jugo de limón. Conservación de 8 a 10 meses.
  • Higos: pueden congelarse cuando están en su punto, maduros pero no aplastados. Los congelamos sobre una bandeja y después los guardamos en bolsa. Se conservan durante 10 meses.
  • Limón: se conservan en crudo pelados y en gajos. También podemos congelar su jugo. Conservación de 10 meses.
  • Manzanas: en compota durante 6 meses.
  • Melón: cortado en cubitos y en almíbar. Cambia considerablemente su textura. Conservación unos 8 meses.
  • Membrillo: cocido y envasado en compota. Se conserva durante 6 meses.
  • Moras: enteras y en compota. Se conservan crudas de 8 a 10 meses y en compota 6 meses.
  • Naranjas: como el limón y todos los cítricos peladas y en gajos. También en jugo. Conservación de 10 meses.
  • Pera: limpia y sin pepitas. Congelar en azúcar o almíbar. En puré es ideal para hacer sorbetes. Se conserva de 10 a 12 meses.
  • Pomelo: pelado y en gajos. También en jugo. Tiempo de conservación 10 meses.
  • Uva: sólo los granos pequeños y sin pepitas y con unas gotas de limón. Aunque cambia la textura en el proceso y puede no gustar. Tiempo de conservación 8 meses.

CÓMO PREPARAR LA FRUTA EN AZÚCAR, EN ALMÍBAR Y EN COMPOTA

Azúcar: Lavar y secar con papel absorbente la fruta. En un recipiente con abundante azúcar, sumergir las piezas enteras o troceadas. Poner el recipiente con las frutas en el congelador hasta que las frutas estén duras. Sacar el recipiente del congelador y quitar el exceso de azúcar de las frutas con la ayuda de un colador. Guardar las piezas de frutas (que deben quedar azucaradas) en bolsas o recipientes que cierren bien. Volver a guardar en el freezer.

Almíbar: Disolver 3 partes de azúcar por cada 4 partes de agua hirviendo y dejar enfriar. Agregar unas gotas de jugo de limón y reservar el almíbar en la heladera durante 4 horas. Lavar la fruta, secar con papel absorbente y sumergirla totalmente en el almíbar frío. Repartir porciones de fruta en envases rígidos, preferentemente de plástico, sin llegar a llenarlos del todo para evitar que la dilatación del almíbar al congelarse los abra o los reviente.

Compota: Lavar las frutas y trocearlas. Ponerlas en una cacerola y espolvorearlas ligeramente con azúcar. Añadir 2 o 3 dedos de agua y cocinar a fuego lento hasta que estén blandas, sin que empiecen a deshacerse. Dejar enfriar en el mismo recipiente. Envasar y congelar.

Es importante que a la hora de seleccionar las frutas para la congelación se desechen las frutas con manchas o golpes y aquellas que no estén maduras, debemos tener en cuenta que una vez congeladas no madurarán más.

Lavar las frutas solamente si hace falta, ya que es mejor abstenerse sobre todo si son frutillas, frambuesas y cerezas. En el caso de tener que lavarlas se deben secar cuidadosamente con papel absorbente.

FUENTE: Directo al paladar

IMAGEN: Anna Tesar

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