Misanplas | SCONES

En poco más de media hora y con unos pocos ingredientes uno puede degustar un té con unos scones tibios, tan típicos de la repostería escocesa. Los scones ingleses llevan muy poca azúcar y, con frecuencia, incluyen pasas de uva o dátiles. También los hay salados, como los de queso.

La receta de scones es muy simple, aunque hay algunos detalles que hay que cuidar para que el resultado final sea óptimo.

Es una masa muy tierna a la que no le gusta que la toquen demasiado, por eso es conveniente utilizar dos cuchillos para mezclar la masa.
La manteca debe estar bien fría.
Al marcar la masa con un cortante, presionar para marcar sin hacerlo girar. Eso permitirá que las capas «hojaldradas» del scone se noten bien.
El uso del buttermilk favorece la fermentación.
Amasar lo menos posible.

Sobre el origen de la palabra que identifica estas pequeñas masas, no está muy claro, aunque se sabe que apareció como tal a principios del siglo XVI. Podría hacer referencia a Scone, ciudad que fue muchos años capital de Escocia, o también puede derivar del término gaélico escocés sgonn que significa «masa informe o gran bocado», ya que en su origen no se le daba una forma redonda sino que se cortaba en piezas irregulares, de forma triangular.

Los ingleses los acompañan con mermelada y clotted cream (crema coagulada), que es una crema de leche muy densa, obtenida por evaporación y de muy alto contenido graso, que se asemeja a la manteca en apariencia pero que es mucho más suave en el paladar.

SCONES

Para 20 scons

Ingredientes

160 cc de leche
1 cda. de vinagre blanco o jugo de limón
100 gramos de manteca fría
325 gramos de harina
2 cdtas. de polvo de hornear
1/2 cdta. de bicarbonato de sodio
1/2 cdta. de sal
50 gramos de azúcar
1 huevo

Preparación

Dejar reposar la leche con el limón o el vinagre 10', sin remover, para obtener el buttermilk.
Precalentar el horno a 200 °C.
Cortar la manteca en pequeños cubos y llevarla a la heladera.
En un bowl tamizar la harina junto con el bicarbonato, el polvo de hornear y la sal.
Agregar el azúcar. Mezclar.
Incorporar la manteca cortada en cubos.
Con dos cuchillos trabajar la preparación hasta lograr un arenado grueso.
Agregar el huevo a la leche, mezclar ligeramente y verter sobre la mezcla de harina.
Unir los ingredientes con los cuchillos. De ser necesario usar apenas la punta de los dedos enharinados.
Volcar la preparación sobre la mesada enharinada y terminar de unirla, sin amasar. Estirarla con la puta de los dedos hasta obtener una superficie pareja o utilizar palo de amasar.
Cortar en triángulos o con molde circular de 4 cm.
Acomodar los scones sobre una placa enmantecada y enharinada. Pueden pintarse con huevo batido o leche.
Llevar al horno entre 16 y 18', hasta que estén apenas dorados.
Servir acompañados de manteca y mermelada.

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